La competencia entre el mercado público y la Venta privada
La evolución del mercado de valores público en Estados Unidos ha sido bastante tortuosa. En sus inicios, cualquier persona podía recaudar fondos para un proyecto mediante la emisión pública de acciones, pero esta práctica a menudo venía acompañada de promesas falsas. En la década de 1920, la fiebre especulativa alcanzó su punto máximo, y luego el colapso del mercado de valores provocó la Gran Depresión. Para reconstruir la confianza del mercado, el Congreso aprobó una serie de leyes que exigían a las empresas que cotizan en bolsa revelar información detallada y publicar informes financieros auditados.
Sin embargo, estas regulaciones solo se aplican a las empresas cotizadas, mientras que las empresas privadas están exentas. Con el paso del tiempo, el tamaño del mercado de venta privada ha crecido continuamente y las formas de financiamiento han cambiado. Hoy en día, muchas empresas tecnológicas de renombre pueden obtener grandes financiamientos con valoraciones de cientos de miles de millones de dólares sin necesidad de salir a bolsa.
Esta tendencia representa un desafío para los inversores públicos. Los inversores minoristas no pueden invertir directamente en empresas privadas populares como SpaceX, y solo pueden comprar acciones fraccionadas a precios elevados a través de canales no oficiales. Una opinión sostiene que el crecimiento económico moderno está impulsado principalmente por empresas privadas, y los inversores comunes deberían tener la oportunidad de participar en ello.
¿Cómo romper este estancamiento? Algunas sugerencias incluyen: simplificar el proceso de salida a bolsa, fortalecer la supervisión de las empresas privadas, reestructurar la economía, etc. Sin embargo, hay una solución aún más radical: cancelar las reglas actuales de las empresas que cotizan en bolsa y permitir que cualquier empresa ofrezca acciones al público libremente, sin la obligación de divulgar información.
La industria de las criptomonedas ofrece una nueva perspectiva sobre esta idea. Al emitir "tokens" en lugar de acciones tradicionales, algunos proyectos intentan eludir la regulación de valores. A pesar de que esta práctica es muy controvertida, recientemente parece haber un resurgimiento.
Algunas instituciones financieras han comenzado a explorar la "tokenización de acciones", transformando las acciones de empresas privadas en tokens vendidos al público en la blockchain. Los defensores creen que esto permitirá que más personas participen en inversiones de alto rendimiento, rompiendo el monopolio de los inversores institucionales. Sin embargo, los críticos señalan que esto es esencialmente una forma de eludir los requisitos de divulgación de información, lo que podría perjudicar los intereses de los inversores.
Actualmente, el entorno regulatorio en Estados Unidos es cauteloso al respecto. Pero a medida que más y más gigantes financieros se unen a la defensa, el futuro sigue siendo incierto. El núcleo de este juego radica en: cómo encontrar un equilibrio entre la democratización de las oportunidades de inversión y la protección de los intereses de los inversionistas. Independientemente del resultado final, esto podría tener un impacto profundo en la estructura del mercado financiero.
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DefiSecurityGuard
· 08-11 06:51
smh... el capital privado es solo otro honeypot esperando a explotar. dyor ppl
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StopLossMaster
· 08-11 06:51
tontos siempre serán tontos, inversor minorista no puede obtener acciones de buenas compañías
La lucha entre la venta privada y el mercado público: ¿puede la tokenización reconfigurar el panorama financiero?
La competencia entre el mercado público y la Venta privada
La evolución del mercado de valores público en Estados Unidos ha sido bastante tortuosa. En sus inicios, cualquier persona podía recaudar fondos para un proyecto mediante la emisión pública de acciones, pero esta práctica a menudo venía acompañada de promesas falsas. En la década de 1920, la fiebre especulativa alcanzó su punto máximo, y luego el colapso del mercado de valores provocó la Gran Depresión. Para reconstruir la confianza del mercado, el Congreso aprobó una serie de leyes que exigían a las empresas que cotizan en bolsa revelar información detallada y publicar informes financieros auditados.
Sin embargo, estas regulaciones solo se aplican a las empresas cotizadas, mientras que las empresas privadas están exentas. Con el paso del tiempo, el tamaño del mercado de venta privada ha crecido continuamente y las formas de financiamiento han cambiado. Hoy en día, muchas empresas tecnológicas de renombre pueden obtener grandes financiamientos con valoraciones de cientos de miles de millones de dólares sin necesidad de salir a bolsa.
Esta tendencia representa un desafío para los inversores públicos. Los inversores minoristas no pueden invertir directamente en empresas privadas populares como SpaceX, y solo pueden comprar acciones fraccionadas a precios elevados a través de canales no oficiales. Una opinión sostiene que el crecimiento económico moderno está impulsado principalmente por empresas privadas, y los inversores comunes deberían tener la oportunidad de participar en ello.
¿Cómo romper este estancamiento? Algunas sugerencias incluyen: simplificar el proceso de salida a bolsa, fortalecer la supervisión de las empresas privadas, reestructurar la economía, etc. Sin embargo, hay una solución aún más radical: cancelar las reglas actuales de las empresas que cotizan en bolsa y permitir que cualquier empresa ofrezca acciones al público libremente, sin la obligación de divulgar información.
La industria de las criptomonedas ofrece una nueva perspectiva sobre esta idea. Al emitir "tokens" en lugar de acciones tradicionales, algunos proyectos intentan eludir la regulación de valores. A pesar de que esta práctica es muy controvertida, recientemente parece haber un resurgimiento.
Algunas instituciones financieras han comenzado a explorar la "tokenización de acciones", transformando las acciones de empresas privadas en tokens vendidos al público en la blockchain. Los defensores creen que esto permitirá que más personas participen en inversiones de alto rendimiento, rompiendo el monopolio de los inversores institucionales. Sin embargo, los críticos señalan que esto es esencialmente una forma de eludir los requisitos de divulgación de información, lo que podría perjudicar los intereses de los inversores.
Actualmente, el entorno regulatorio en Estados Unidos es cauteloso al respecto. Pero a medida que más y más gigantes financieros se unen a la defensa, el futuro sigue siendo incierto. El núcleo de este juego radica en: cómo encontrar un equilibrio entre la democratización de las oportunidades de inversión y la protección de los intereses de los inversionistas. Independientemente del resultado final, esto podría tener un impacto profundo en la estructura del mercado financiero.